Intentas no desanimarte, analizas si la vida que tienes y
aquello que haces es lo que querías 30 años atrás, y sí, así es, muchas cosas
se quedaron en el camino, pero en lo básico nada ha cambiado, eres la
misma...¡y qué demonios, pese a los morrones conservas la dentadura!
Y te haces unas 25 fotos con el móvil, con y sin luz,
gañotas, primeros planos (porque la mano no te da más de si para aguantar el
móvil, y por qué si no la "prueba" pierde sentido, plan terapia) y
cuando ya te has "aprendido" y reconoces que las canas, las arrugas y
los poros abiertos forman parte del trayecto, y que la fealdad está en tu forma
de mirarlas, te mentalizas que el tiempo es solo tiempo, y que tú vales más que
una imagen, que el físico se marchita pero la persona no.
Quien solo sabe mirarte por fuera no merece tu cariño,
empezando por ti misma...
mmha. mayo2012
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